El título define a un equipo ranchista que abusó del individualismo y, a pesar de golear a L.B.C., depende de Abac y Dr. Franco para meterse entre los cinco mejores de la zona.
Rancho aprovechó las ventajas de jugar con un hombre más y llegó a siete gritos que pudieron ser más si sus delanteros se volcaban al juego en conjunto.
Jugó un partido inteligente en defensa y Mayán, su arquero, fue espectador de lujo a pesar de algunas contenciones interesantes.
Al margen de la victoria, el equipo romano quedó bastante complicado y no depende de sí mismo para poder pasar de ronda y pelear el torneo después de dos torneos jugando por mantener la categoría.
Estará una semana con esperando los resultados de Abac y Dr. Franco para ver si llega con chances a la última fecha, momento en que enfrente a Instituto.
Para destacar el trabajo de Adrián Crespi y la concreción de su primer infracción como futbolista desde su debut allá por el año 2001. Claro que el juez no quiso romper el récord y otorgó la ley de ventaja, motivo por el cual los estadísticas se debaten sobre el cómputo del mencionado foul.